Y a la vuelta de unos años, se ha convertido en una sensación entre las celebridades. No sólo eso, sino que, además, los famosos, tanto modelos, como cantantes, compositores y tatuadores, esperan en fila para ser atendidos por esta creadora. Los que ya tuvieron la suerte, presumen y ostentan las creaciones de su marca: Georgina Treviño Jewelry.
Dice la diseñadora: “Mi inspiración es mi realidad, es como soy yo. Soy de 1989, así que soy muy Y2K, muy dosmiles, muy lo que está pasando ahora. Si pudiera sacudir a Georgina, caerían mis piezas.” Ella ha trabajado de la mano con celebridades como Beyonce, Lady Gaga, Bad Bunny, Rosalia, 2Chainz, Bella Hadid, Lizzo, Doja Cat, Kali Uchis, así como también con marcas como Nike, E.l.f. cosmetics, Bimba y Lola, Fenty, Guess & Spotify, “para consultas y colaboraciones de trabajo personalizado”.
En su cuenta de Instagram se pueden ver los diseños de Georgina Treviño que han usado personalidades como Julieta Venegas, Kali Uchis, Bad Bunny, Rosalía, Noah Cyrus, Tinashe, Broke Candy y muchos más. La última en posar con diseños suyos fue la modelo Bella Hadid, quien usó un anillo gigante con forma de mariposa para complementar su look colorido, juvenil y divertido.
La artista conjuga la estética del nuevo milenio con la cultura chicana de la que es heredera. Sus creaciones no sólo han conquistado a celebridades sino igualmente a coleccionistas y a firmas como Bimba y Lola, de Barcelona, donde hace poco impartió varios talleres de diseño.
En 2004, Georgina Treviño obtuvo la licenciatura en diseño aplicado con énfasis en joyería y orfebrería por la Universidad Estatal de San Diego; desde entonces su obra ha sido elogiada en exposiciones nacionales e internacionales, incluyendo la Racine Art Museum & Schmuck, de Múnich, en 2015. Más recientemente, en 2021 y 2022, fue reconocida en el Design Fair Museum of Art and Design, de Puerto Rico (curada por la Embajada-Gallery); en el Dream Machine New York Jewelry Week; y en el Salon Cosa Mexico City & Small Acts (curado por Craft Desert).
En 2020, el broche de Treviño Fuck the Police fue adquirido por el Museo de Artes y Diseño de Nueva York, como parte de su colección permanente. Y el año pasado, dos piezas suyas, Broche de alfiler de banco y Monedero sagrado, pasaron a formar parte de la colección permanente del Museo de Arte Racine.
La trayectoria de Georgina Treviño ha sido reseñada en publicaciones como L.A. Times, Elle, Vogue, Allure, Marie Claire, The Fader, Paper, PlayBoy y Office Mag., entre otras.
Los caramelos de la nueva joyería
La Real Academia de la Lengua define que la joyería es: “El arte de hacer joyas”, y que la joya “es un adorno de oro, plata o platino, con perlas o piedras preciosa o sin ellas”. Por lo regular, al hablar de joyería se piensa en adornos, o bien en una inversión económica, por el tipo de materiales preciosos con los que está hecha cada pieza. Además, las joyas poseen sin lugar a dudas un valor de transferencia e intercambio.
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La historiadora de arte Marjan Unger señala que el valor de la joyería, en tanto valor económico, ha sido registrado a lo largo de la historia como un equivalente del dinero. En los siglos XIII y XIV hubo incluso guerras financiadas con piedras preciosas. También es conocida la anécdota de que la reina Isabel le dio a Colón joyas para financiar sus viajes de exploración, si nos apegamos a la leyenda.
La joyería conllevaba asimismo un valor sentimental o simbólico, o bien se heredaba, con lo que, de alguna manera, como si fuera algo mágico, conectaba al poseedor con el dueño original. Hay piezas creadas con un concepto definido, en los cuales la idea simbolizada en la pieza es lo más valioso, por lo cual quien la usa crea una conexión especial con ella. Los críticos llaman a esta categoría joyería contemporánea.
Damian Skinner, historiador del arte y editor del libro Contemporary Jewelry in Perspective, comenta que este tipo de creación involucra una práctica autorreflexiva. Por su lado, Chiara Pignotti, en su texto “Joyería contemporánea: un nuevo fenómeno artístico”, clasifica las diferentes categorías de la joyería –independientemente de su ordenamiento tradicional por época, lugar, materiales o estética– en distintos rubros, como: joyería étnica y/o tradicional, bisutería, joyería comercial, joyería de artista y joyería contemporánea.
En la década de 1960, la joyería contemporánea empezó a cuestionar el uso de materiales preciosos. Esta corriente, como sugiere Pignotti: “trata de reformular el valor de la joyería rompiendo los lazos que ésta tenía con relación al valor de los materiales preciosos, y con relación al status symbol que representaba”.
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