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Marzo 2023 / No. 723   Mitt

Cuidado dental, La sonrisa con dientes sanos

Hace unos días, el 9 de febrero, se celebró el Día del Odontólogo, motivo por el cual se informó que en México cunde la indiferencia por la salud dental, además de que 93.3 % de la población sufre de caries. 

Según datos del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Patologías Bucales, la prevalencia de caries dental en personas mayores de 60 años en nuestro país es superior al 98 por ciento.

Los padecimientos bucodentales son las enfermedades no transmisibles más comunes, y afectan a las personas durante toda su vida. Son fuente de dolor, molestias, desfiguración e incluso pueden llegar a causar la muerte. Las enfermedades bucodentales más comunes son la caries dental, la periodontitis (enfermedad gingival) y el edentulismo (pérdida de dientes).

La caries ocurre cuando la placa bacteriana que se forma en la superficie del diente convierte los azúcares libres de los alimentos y bebidas en ácidos, los cuales disuelven con el tiempo el esmalte dental y la dentina. La periodontopatía, por otra parte, se da cuando son afectados los tejidos que rodean y sostienen al diente. Esto a menudo se presenta como sangrado o encías hinchadas (gingivitis), con dolor y a veces también con halitosis.

Los dos problemas mencionados son las principales causas del edentulismo, que se caracteriza por la ausencia de piezas dentales. Existen dos tipos: el edentulismo parcial, cuando faltan múltiples dientes, y el edentulismo total, cuando se presenta ausencia completa de éstos. Dichos trastornos son muy frecuentes entre las personas mayores.

Para acabarla de amolar

No se debe pasar por alto que hay padecimientos graves relacionados con la salud bucodental.De hecho, cabe definir como problema bucal a toda alteración de cualquier órgano o tejido, blando o duro, dentro de la cavidad bucal (labios, carrillos, piso de boca, lengua, encía, paladar, istmo de las fauces y dientes) o en su periferia (zona perilabial, músculos de la masticación, hueso hioides, articulación temporomandibular, cara y cuello), que limite la actividad de la persona.

El problema bucal puede alterar la buena nutrición, la comunicación, la expresión, o inclusive generar molestias o dolor que menoscaban la calidad de vida.

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En la boca anciana

La odontogeriatría es una rama de la odontología que, aunada a la gerontología y la geriatría, proporciona a la persona mayor, sana o enferma, un diagnóstico. A partir de éste, se plantea un tratamiento integral desde el punto de vista biológico, social y psicológico, atendiendo la problemática de la cavidad bucal y la relación con su entorno.

Los adultos mayores están más expuestos a desarrollar problemas de salud oral: presentan un mayor riesgo de pérdida dentaria, de enfermedad gingival, de cáncer oral y de otras patologías, así como problemas relacionados con su prótesis y una inadecuada nutrición. La boca seca puede suponer igualmente un problema; ésta es provocada muchas veces por ciertos medicamentos.

Además, con frecuencia el envejecimiento fisiológico va acompañado de enfermedades como la diabetes, patologías respiratorias, polimedicación, fragilidad y dependencia para realizar las actividades diarias. La visión disminuida, la reducción en la sensibilidad táctil, la destreza menguada, el deterioro cognitivo y la demencia a menudo comprometen las rutinas diarias de higiene bucal.

 

Hay determinadas afecciones que pueden afectar la salud bucodental; por ejemplo, la diabetes pone en riesgo las encías, al reducir la resistencia del cuerpo a las infecciones. La enfermedad de las encías parece ser más frecuente y grave entre personas que padecen diabetes. De igual modo, parece agravar los problemas bucales, como las lesiones con dolor de la mucosa.

Por otro lado, la osteoporosis (enfermedad de debilitamiento óseo) está relacionada con la pérdida de hueso periodontal y la pérdida de dientes. Ciertos medicamentos utilizados para tratar la osteoporosis conllevan un pequeño riesgo de daño en los huesos de la mandíbula. Hay que mencionar asimismo el mal de Alzheimer: a medida que esta enfermedad avanza, se observa empeoramiento de la salud bucal.

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¿Cómo proteger la salud bucal?

Además de comprender los riesgos para la salud oral asociados con el envejecimiento, se deben tomar medidas preventivas, tales como:

Practicar una buena higiene bucal diariamente; al menos dos veces al día durante dos minutos cada vez.

Usar un cepillo de cerdas suaves y una pasta dental con fluoruro; además, usar hilo dental todos los días.

Usar un enjuague bucal para eliminar las partículas de comida que quedan después de cepillarse los dientes.

Seguir una dieta saludable y limitar los alimentos y las bebidas con azúcar.

Cambiar el cepillo de dientes cada tres a cuatro meses, o antes si las cerdas están abiertas o gastadas.

Agendar con regularidad revisiones médicas y limpiezas dentales.

Informar al dentista de los medicamentos que se esté tomando y de los cambios en la salud en general, si ha tenido una enfermedad recientemente o si padece una afección crónica, como la diabetes.

No esperar. Tan pronto como surja un problema de salud bucal, acudir al dentista.

Recuerde que el cuidado de la salud bucal es una inversión en la salud general.

Evitar el consumo de tabaco y limitar el consumo de alcohol.

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