Revista bilingüe mitt Zweisprachiges Magazin Fundada como Mitteilungsblatt en 1932

Mayo 2019 / No. 686   Mitt

Los 100 años de la Bauhaus

La forma sigue a la función

La Bauhaus fue la más influyente corriente de arquitectura, diseño y arte del siglo XX. Aunque su existencia fue corta –no más de 14 años–, la cascada de su legado es copiosa.

En este año se celebrará en Alemania el centenario de la fundación, en 1919, en Weimar, de la Bauhaus, institución con una dinámica propia que quiso formar estudiantes que contribuyeran al mejoramiento de la sociedad mediante la revolución del diseño y la arquitectura.

Con ideas tan simples como “menos es más” y generando nuevas formas de ver y hacer a través de la práctica interdisciplinar, acabó reuniendo un caleidoscopio de personalidades que una a una, con brillo propio, la engrandecieron.

La Primera Guerra Mundial había terminado apenas unos meses antes y este grupo entusiasta de arquitectos, artistas y artesanos se lanzó a concebir un mundo nuevo, una utopía regida por la belleza y la estética.

Tras su fundación en 1919, la Bauhaus se convirtió en poco tiempo en un referente. Todo empezó en abril de ese año cuando el arquitecto Walter Gropius fundó y dirigió la Staatliches Bauhaus (casa de construcción estatal) en la ciudad de Weimar, con docentes de gran talla, como Paul Klee, Wassily Kandinsky o Johannes Itten. La escuela dio cabida a un buen número de estudiantes, hombres y mujeres, de diferentes países y logros académicos.

El lugar que albergó esta intensa actividad creativa se mantiene fiel a su pasado, pues la primera sede de esta emblemática escuela es hoy el edificio principal de la Universidad Bauhaus de Weimar. Ahí se encuentra la Facultad de Arte y Diseño. Pero, además de su propio hogar, la Bauhaus dejó una gran impronta en la ciudad.

La Haus Am Horn, construida en 1923, fue el primer ejemplo de arquitectura puramente Bauhaus. Se trata de una casa funcional, blanca y sin ornamentos que diseñó Georg Muche para la primera exposición de la Bauhaus.

En 1925, la Bauhaus abandonó Weimar para instalarse en la ciudad de Dessau, una urbe industrial en la que realmente se materializó la idea de estos pioneros de que el arte debía llegar a los hogares de los ciudadanos comunes y corrientes. Esto se consiguió gracias a la producción en serie, que convirtió piezas de diseño en objetos asequibles para los consumidores.

Con materiales como vidrio, madera o metal, colores básicos y formas simples como el círculo, el triangulo y el cuadrado crearon un estilo propio que 100 años después sigue inspirando a nuevos creadores.

 

 La evolución de la Bauhaus 

La Bauhaus también dejó en Dessau un gran legado arquitectónico. El edificio Bauhaus, que fue la sede de la propia escuela, es el más icónico. “Este edificio debe ser visto”, publicaba el diario Berliner Tageblatt el 7 de diciembre de 1926, tres días después de que esta obra de Walter Gropius fuera inaugurada con una multitudinaria celebración.

Además, Gropius construyó en Dessau las casas de los maestros, tres viviendas adosadas y una independiente que, junto al edificio Bauhaus de esta misma ciudad y varias construcciones en Weimar, fueron incluidas en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco en 1996.

"La forma sigue a la función es una de sus máximas", y de acuerdo a esta idea, se evitaba ocultar elementos de los edificios por motivos estéticos y se mostraban los materiales y elementos tal y como eran. Se tendía, por lo tanto, hacia un minimalismo racional en el que predominaban las formas lineales y geométricas.

Gropius, por ejemplo, cuando pensaba en la obra de arte total, pensaba en la arquitectura: "El último fin de toda actividad plástica es la arquitectura", escribió en el manifiesto de la escuela.

Su programa era devolverle al arte su sentido práctico y a la vida práctica su sentido artístico, que veía perdido por la industrialización y la producción en masa.

En 1928, Gropius le cedió el mando a Hannes Meyer que se convertiría en el segundo director de la Bauhaus. Dos años después, le relevó Ludwig Mies van der Rohe, que sería el último director de la institución.

En 1931, el partido nazi ganó las elecciones municipales en Dessau lo que supuso la última estocada para la escuela, que cerró sus puertas en 1932 y se trasladó a Berlín.

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La evolución de la Bauhaus surge de la idea de la obra de arte total, sin embargo, tiene hoy, en quienes tratan de abrevar de sus enseñanzas, otras expresiones que van desde el teatro hasta las intervenciones urbanas.

Durante los años de su existencia, la Bauhaus fue considerada como una institución de izquierda e internacionalista, y por lo mismo fue rechazada por los partidos de derechas.

En 1925, la escuela, que sufrió un recorte del 50% de su presupuesto por parte del gobierno regional conservador de Turingia, dejó Weimar y se mudó a Dessau.

Poco después, tras el triunfo del partido nazi en las elecciones municipales de Dessau, la escuela tuvo que dejar esa ciudad, ahora con destino a Berlín, donde viviría su último año.

La escuela dio paso a un sinnúmero de pedagogías, producciones y enseñanzas sobre el arte, la arquitectura y el diseño que mantiene resonancias en nuestra manera de aprender y ver estas disciplinas.

 

 La celebración 

Para la celebración del centenario se creó la asociación Bauhaus Verbund 2019 que dará vida a un festival, exposiciones y otros eventos, además de que en Berlín, Dessau y Weimar se inaugurarán tres museos dedicados de lleno a la Bauhaus.

Este año, Berlín, en donde fue cerrada esta escuela en 1933, bajo la presión de los nazis, vivirá intensamente el centenario del nacimiento de esta escuela con diferentes actos, entre los que destaca la exposición “Bauhaus original”, que abrirá al público el 6 de septiembre en la Berlinische Galerie, o la semana Bauhaus, del 31 de agosto al 8 de septiembre que, según la Oficina de Turismo de Berlín, “será el evento más importante en la ciudad en 2019”.

Weimar, la ciudad que vio nacer esta escuela en abril de 1919, celebrará un gran festival, entre otros actos, y Dessau, en donde fue recolocada en 1925, también disfrutará de un calendario repleto de eventos como festivales, conferencias y exposiciones.

Además, el 8 de septiembre abrirá el Museo Bauhaus en esta ciudad del estado de Sajonia-Anhalt.

El influjo de la Bauhaus, como se reconoce, trascendió las fronteras alemanas, ya que muchos de sus profesores y discípulos se vieron forzados a emigrar y desarrollaron en otras ciudades del planeta su meritorio trabajo, como Rotterdam, Copenhague o Tel Aviv, en donde, por cierto, aterrizó un grupo de arquitectos judíos muy destacado que huía del nazismo. Esta ciudad israelí cuenta con al menos 4 mil edificios estilo Bauhaus.

La influencia de la Bauhaus es palpable en otras ciudades más distantes aún, como Aspen, Colorado, o Chicago, donde Lászlo Moholy-Nagy, que fue profesor muy relevante de la escuela en Weimar y Dessau, fundó en 1937 la Nueva Bauhaus.

Todos estos lugares y muchos más celebran el centenario del nacimiento de la Bauhaus, un movimiento “cuyas ideas transgresoras perduran hoy en día”, de acuerdo con Ulrike Bohnet.

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 La Bauhaus en México 

En la Ciudad de México hay ejemplos de esta influencia; se pueden apreciar en la colonia Roma-Condesa, donde destacan muchas viviendas bendecidas con arquitectura funcionalista Bauhaus, o en el Museo del Chopo y en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, construida en 1931 por el arquitecto Juan O’Gorman, como una de las primeras edificaciones de este tipo en Latinoamérica.

Michael Van Beuren, de la última generación de la Bauhaus, llegó a México en 1937 y fundó Domus, una empresa de diseño de mobiliario producido en serie y a precios accesibles; “introduciendo así, la innovación estética de la funcionalidad, en la decoración del México moderno”.

En México, el MUCA-UNAM acogió la muestra itinerante “El mundo entero es una Bauhaus” y así celebró los 100 años de la fundación de la que fue una de las escuelas de arte más importantes del siglo XX.

El nombre de la exposición que presentaron el MUCA-UNAM, derivó de la frase de Fritz Kuhr, quien fuera alumno y profesor de esta escuela disruptiva que desafió con su sola existencia, la forma de ver y entender la creatividad.

Asimismo, resalta la fragilidad de la vida socio-política en la Alemania de los años 20 y despliega la imagen de una generación de artistas preparados para construir y defender una nueva idea de comunidad.

La exposición fue organizada en ocho temas dispuestos en mamparas con fotos, pinturas y grabaciones de audio. “Pedagogía radical”, “La suspensión en el espacio” y “Obra de arte total” fueron algunos de estos hilos conductores. Además, ofrece maquetas y algunos objetos en vitrinas.

Ver http://www.brandemia.org/la-bauhaus-cumple-100-anos-con-este-logo-conmemorativo.

Libro Bauhaus Travel Book, Weimar, Dessau, Berlín, editado por la Bauhaus Kooperation Berlin Dessau Weimar gGmbH, 2017, que ofrece mapas, ilustraciones y fotografías de cada casa, edificio, cartel, silla o urbanización.

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 Meyer y Bergner: evangelistas de la Bauhaus 

Lena Bergner había estudiado en la escuela de diseño y arquitectura Bauhaus, y en 1939, después de su paso por la Unión Soviética, llegó a México junto con su pareja, Hannes Meyer, arquitecto de origen suizo y segundo director de la icónica escuela alemana, después de Walter Gropuis y antes de Ludwig Mies Van der Rohe.

La pareja integró en la Unión Soviética, de 1930 a 1936, la Brigada Bauhaus Roja de la mano con siete colegas y alumnos, donde participaron en los esfuerzos por industrializar a ese país. Su visión, por entonces, buscaba restaurar la ideología comunista rusa por medio de la cultura y la reorganización social.

Uno de los pilares de la escuela fue la combinación de lo lúdico con el trabajo y la vida cotidiana. Gracias a ello, la formación de los artistas, diseñadores y arquitectos se volvió integral: en la escuela se hacía ejercicio, se podía ser parte de los ejercicios de teatro, aprender fotografía e incluso participar en la imprenta.

Durante su periodo como director de la Bauhaus, Hannes Meyer alentó la relación entre la teoría y la práctica del diseño. “Las enseñanzas que se impartían reflejaban de forma cada vez más clara un concepto funcional y biológico de la arquitectura”.

En agosto de 1938, “después de varios años de haber sido forzado a dejar la Bauhaus por la llegada del nazismo y una oleada anticomunista en Europa”, Meyer visitó México por consejo de Alfons Goldschmidt, y asistió a la XVI Conferencia Internacional sobre Planificación y Vivienda “con el fin de explorar la posibilidad de emigrar a un país políticamente mejor para él”.

Meyer conoció aquí a Vicente Lombardo Toledano, a la Liga Pro-Cultura Alemana y al Taller de Gráfica Popular, y gracias a esos contactos llegó al país en 1939 para dirigir el primer programa de planificación urbana en el Instituto Politécnico Nacional. Su pareja trabajó como profesora en la Secretaría de Educación Pública.

La estancia de ambos duró una década que ambos creadores dedicaron a una labor artística “ligada a sus convicciones políticas y sociales de izquierda, enriquecida a su vez por la producción cultural que emanaba del país que los había acogido”.

Texto del recuadro basado en una nota de Nexos: La Bauhaus en México. Hannes Meyer y Lena Bergner, de Viridiana Zavala Rivera, 1 de marzo de 2019.

 

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