Revista bilingüe mitt Zweisprachiges Magazin Fundada como Mitteilungsblatt en 1932

Octubre 2023 / No. 728   Mitt

Compatibilidad sanguínea: Y tú, ¿a qué tipo perteneces?

El médico austriaco Karl Landsteiner hizo importantes aportaciones en los campos de la hematología, la inmunología y la bacteriología

Pero con el descubrimiento de los grupos sanguíneos le dio vuelta a la hoja y permitió establecer los criterios de compatibilidad sanguínea entre los seres humanos, lo que ha salvado millones de vidas.

Antes, las transfusiones eran de lo más enrevesado. La historia de las transfusiones de sangre no es muy antigua, pero sí muy espeluznante. En 1666, el médico inglés Richard Lower mostró en experimentos realizados con perros que era posible transfundir sangre de un animal a otro.

Cuando en Francia se supo de esa hazaña, para no quedarse atrás, se llevó a cabo la primera transfusión exitosa de sangre de animal a humano (llamada xenotransfusión), el año 1667, realizada por Jean-Baptiste Denys, médico del rey Luis XIV, de un cordero a un joven de 15 años.

El adolescente sobrevivió al procedimiento, quizá porque fue poca la cantidad de sangre transfundida. De nuevo en Inglaterra, Lower no se quiso quedar atrás, y con el apoyo de la Royal Society contrató a Arthur Coga, quien logró sobrevivir a una transfusión de sangre de cordero.

Hubo intentos de transfusiones de ser humano a ser humano en el siglo XIX, la mayoría de los cuales resultó en un fiasco. Los cirujanos recurrían al suero para sustituir la sangre que se perdía en las operaciones, hasta que en 1900 inició la era de las transfusiones seguras, gracias al descubrimiento de los principales grupos sanguíneos por Karl Landsteiner, lo que le valió al biólogo y médico austriaco ganar el Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1930.

Salvando vidas

Karl Landsteiner nació el 14 de junio de 1868 en Viena, cuando esta ciudad era la capital del antiguo imperio austrohúngaro. A los 17 años, Landsteiner empezó a estudiar medicina en la Universidad de Viena, donde se licenció y luego se doctoró.

En el año 1900 publicó en el periódico académico Zentralblatt für Bakteriologie la nota de investigación “Zur Kenntniss der antifermentativen, lytischen und agglutinierenden Wirkungen des Blutserums und der Lymphe” [Contribución al conocimiento de los efectos antifermentativos, líticos y aglutinantes del suero sanguíneo y de la linfa], en la que explica la reacción de los anticuerpos en el suero sanguíneo. Landsteiner observó que al mezclarse la sangre de dos personas, los glóbulos rojos se agrupaban, en ocasiones formando grumos.

Un año después, en otra nota breve, “Ueber Agglutinationserscheinungen des normalen menschlichen Blutes” [Sobre fenómenos aglutinantes de la sangre humana normal], publicada en el semanario Wiener Klinische Wochenschrift, se refirió a tres grupos sanguíneos humanos: el A (que posee el antígeno A y el anticuerpo anti-B), el B (que posee el antígeno B y el anticuerpo anti-A), y el C (más tarde rebautizado O, que carece de antígenos, pero tiene anticuerpos anti-A y anti-B). Para su determinación, Landsteiner utilizó los sueros y células de diversas personas que trabajaban en su laboratorio, incluido él mismo.

Mitt

Dos años después, en 1903, y siguiendo los pasos de Landsteiner, sus discípulos Alfredo de Castello y Adriano Sturli descubrieron el tipo AB. Posteriormente, Ottenberg acuñó en 1911 el término “donante universal” para las personas que tienen el tipo O, por carecer de antígenos que reaccionan con los anticuerpos.

Los hallazgos de Landsteiner fundamentaron la práctica de la transfusión sobre bases científicas sólidas. Los primeros médicos que se arrisegaron a realizar transfusiones de acuerdo con los hallazgos de Landsteiner fueron George Washington Crile (1864-1943), con su método de transfusión directa arteria-vena (1906), y A. R. Kimpton y J. H. Brown, que en 1913 iniciaron la transfusión indirecta mediante la conservación de la sangre en tubos parafinados.

Landsteiner, en su afán por salvar vidas, se interesó por el alcance infeccioso de la poliomielitis, y también consiguió realizar grandes avances en el estudio de la sífilis. Además, profundizó en el conocimiento de la inmunidad. Pero sin duda lo más destacado de todo lo que emprendió fue que sentó las bases para que fuera posible realizar transfusiones de sangre entre personas.

  Mitt

Cómo se determina el grupo sanguíneo

La sangre de los seres humanos posee anticuerpos que reaccionan con otras moléculas de los glóbulos rojos. Esos anticuerpos son los responsables de la incompatibilidad de las transfusiones sanguíneas, si no se selecciona el tipo correcto.

En la actualidad, para determinar el grupo sanguíneo es necesario obtener una muestra de sangre. La prueba tiene lugar en dos pasos:

1º La muestra se mezcla con anticuerpos frente a sangre de tipo A y de tipo B y se comprueba si los glóbulos rojos de la sangre se aglutinan o no. En caso de que se observen grumos, quiere decir que la sangre ha reaccionado con uno de los anticuerpos.

2º Se denomina prueba inversa. Aquí se mezcla el plasma de la sangre (sin células) con sangre de tipo A o de tipo B:

•       Las personas con sangre de tipo A tienen anticuerpos contra el tipo B.

•       Las personas con sangre tipo B tienen anticuerpos contra el tipo A.

•       Las personas con sangre tipo O tienen anticuerpos tanto contra el tipo A como contra el tipo B.

Para determinar el Rh, positivo o negativo, se observa si la sangre tiene, o no, proteínas en la superficie celular. En el primer caso, se trata de Rh-positivo, y en el segundo, de Rh-negativo.

 

Cosas de la herencia

Los grupos sanguíneos tienen carácter hereditario. Su patrón es mendeliano, es decir, son consecuencia de un solo gen. Entonces, ¿cómo se heredan los grupos sanguíneos?

El gen de ABO tiene tres tipos de alelos: A, B y O. Los dos primeros, A y B, son codominantes, es decir, dominan por igual.  Sin embargo, el alelo O es recesivo. Las distintas combinaciones entre estos tres alelos generan los distintos grupos sanguíneos.

Por ejemplo, una persona con grupo sanguíneo AB tiene un gen A y otro B, mientras que una persona con grupo sanguíneo A puede tener dos genes AA o un gen A y otro O, donde prevalece el A, puesto que es dominante.

La sangre dorada

El tipo de sangre más rara del planeta se llama Rh-Null, o Rh-Nulo, y se estima que únicamente lo tienen unas 50 personas en el mundo; éstas son donantes universales, pero son incompatibles con casi la totalidad de donantes. Se trata del tipo de sangre más peculiar e infrecuente en el mundo: se descubrió en 1961, con una aborigen australiana, y son tan escasas las personas confirmadas con esta sangre Rh-Null, que las dos últimas portadoras detectadas en un hospital de China, en 2022, se volvieron nota de primera plana.

Como es sabido, la sangre se cataloga según los siguientes tipos: tipo A, sólo contiene antígenos A; tipo B, sólo antígenos B; la sangre AB posee ambos antígenos; y la O, ninguno de los dos. También se sabe que los glóbulos rojos tienen un tipo de antígeno llamado RhD, que forma parte del grupo de 61 antígenos tipo Rh; cuando el tipo de sangre contiene RhD es de signo positivo, y cuando no lo tiene es de signo negativo.

Conocer qué tipo de sangre tenemos es tema de supervivencia, debido a que algunas personas son donantes universales, mientras que otras presentan restricciones con el tipo de sangre que reciben.

Si una persona tiene el signo negativo y recibe sangre de un positivo, sus antígenos reaccionarán al detectar células incompatibles, lo cual podría resultar mortal. Por esta razón, los portadores de O sólo pueden recibir sangre de otro O. 

Los portadores de Rh-nulo son donantes universales, lo que convierte su plasma en un tipo muy valioso, pero a su vez sólo pueden recibir transfusiones de la misma sangre, ya que son incompatibles con el 99.9999994 por ciento de la sangre que proviene de donaciones.

Mitt