¿En qué momento de la vida nos afectan más las alergias?
De hecho, en cualquier momento de la vida se puede presentar una alergia por primera vez. Sin embargo, cuando uno envejece la piel y los ojos tienden a mostrarse más sensibles.
Por eso, es importante poner especial cuidado en esta etapa. Por lo general, las personas tienen una historia desde la juventud como alérgicos, pero no se puede descartar una alergia determinada debido a que no se ha padecido antes.
Cosas de familia
Muchas veces los pacientes tienen antecedentes familiares de alergia (hermanos o padres), aunque ellos hayan sido los únicos en la familia que hasta el momento no habían presentado síntomas.
Los tipos más comunes de alergias y sus efectos
Hay alergias que no desaparecen en todo el año, pues son provocadas por alimentos, medicamentos y sustancias alérgenas presentes durante los doce meses del año; pero hay otras alergias que son provocadas por sustancias estacionales, como el polen.
La llamada fiebre del heno (rinitis alérgica) es causada por el polen, y puede provocar estornudos, congestión nasal, tos y picazón en los ojos (ver recuadro).
Las alergias estacionales, como la rinitis, cuando afectan pueden provocar:
· Congestión nasal
· Rinorrea acuosa
· Estornudos
En algunos casos, los síntomas oculares de la conjuntivitis alérgica son los más relevantes, como picazón ocular, lagrimeo y ojos rojos. En las personas mayores esto puede ser aún más molesto, ya que es frecuente que sufran de sequedad ocular debida a los cambios de las mucosas durante el envejecimiento.
Es importante mencionar que una persona mayor suele presentar los mismos síntomas alérgicos que una persona joven. No obstante, es preciso descartar que esta alergia forme parte de otra condición médica que afecte otras partes del cuerpo, como podría ser la enfermedad renal crónica; ésta es la diferencia con las personas menores.
En cuanto a las mujeres mayores, a veces pueden darse cuadros de dermatitis de contacto alérgica, por ejemplo con las tinturas de cabello o fragancias, por su mayor tiempo de sensibilización a estos productos. Este grupo presenta con más frecuencia alergias cutáneas, ya que su piel es más seca, frágil y delgada.
Cuidado con algunos medicamentos
Por lo general, las personas mayores suelen tomar muchos medicamentos. Este hábito puede dar lugar a interacciones entre las pócimas, produciendo efectos secundarios. Además, dependiendo del mecanismo de acción de los fármacos, existe la posibilidad de aumentar el riesgo de alergias.
Los antihipertensivos o antiepilépticos son un ejemplo de medicamentos que pueden contribuir a este aumento de la sensibilidad alérgica, ya sea por sus efectos inmunológicos o por otros mecanismos.
Remedios prohibidos
En general, dentro de los medicamentos desaconsejados en este grupo etario están los descongestionantes, como la pseudoefedrina, que es un vasoconstrictor que puede tener efectos indeseados en el sistema cardiovascular, como taquicardias (aumento de la frecuencia cardiaca) o elevación de la presión arterial.
Otro punto por considerar es que, si la persona tiene indicación de portar un autoinyector de adrenalina para evitar cuadros de alergia extrema, como el shock anafiláctico, debe contar con el pase cardiológico para su uso, sobre todo las personas hipertensas.
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Recomendaciones para prevenir la alergia
Ventilar la casa a primera hora de la mañana y en forma muy breve, es decir, de 5 a 10 minutos. Así se evita que los pólenes y los insectos entren.
Lavar la ropa que está en contacto directo con el cuerpo con detergentes hipoalergénicos.
Usar telas naturales como algodón o lino, porque permiten a la piel respirar de forma adecuada.
Hidratar bien la piel. Es uno de los puntos más importantes, ya que en la persona mayor este órgano es más frágil. La sequedad provoca prurito (picazón), que es un síntoma muy común y molesto.
Tipos de alergias más frecuentes entre las personas mayores
Fiebre del heno, alergias de la piel, alergias alimentarias, alergias a medicamentos y alergias a bacterias o parásitos:
La rinitis alérgica, también conocida como fiebre del heno, causa síntomas parecidos a los de un resfriado, que incluyen goteo de la nariz, picazón en los ojos, congestión, estornudos y presión en los senos paranasales.
Las alergias alimentarias son comunes en la vejez, pueden causar reacciones de leves a serias, incluyendo ronchas, piel enrojecida y con comezón, picazón en la nariz o congestión nasal, estornudos, picazón y lagrimeo en los ojos, vómitos, cólicos abdominales, diarrea e hinchazón. Las más padecidas son las alergias al pescado, a los mariscos y a los frutos secos. Entre los síntomas comunes se cuentan hormigueo en la boca, urticaria, hinchazón en los labios, en la lengua, en el rostro en general y en la garganta, y anafilaxia. La anafilaxia es una reacción muy grave que puede ser fatal.
Las alergias a los medicamentos incluyen medicamentos antiepilépticos, insulina, tintes de contraste para radiografías, antibióticos y antiinflamatorios no esteroides.
La alergia al polen es debida a los pólenes, granos minúsculos que contienen células espermáticas. Son producidos por el aparato reproductor masculino de las flores y transportados al aparato reproductor femenino para fecundarlas. Una sola planta puede producir miles de granos de polen, el cual en las flores se ve como polvo amarillo, pero no puede apreciarse cuando está disperso en el aire.
Las alergias de la piel, o dermatitis alérgicas por contacto, se producen al contacto directo con alérgenos como la hiedra venenosa o determinadas sustancias químicas. Dado que estas alergias tienen una fuerte incidencia sobre la piel, sus reacciones se vuelven un motivo de especial cuidado para el adulto mayor, porque la piel se torna muy frágil en la tercera edad, y es riesgoso exponerla a ese tipo de impactos.
Las alergias a bacterias o parásitos se manifiestan por ejemplo con la sarna humana, causada por el ácaro Sarcoptes scabiei. La sarna es contagiosa, y el contagio se produce rápidamente por el contacto cercano de persona a persona en la familia, el grupo de la guardería, las aulas en la escuela, los asilos de ancianos, con personas convalecientes o en las prisiones.
Es importante que las personas mayores cuiden su salud y eviten exacerbar sus alergias, especialmente si tienen condiciones crónicas que afectan el sistema inmunitario.
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