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En promedio, una persona nacida en 1960, el primer año que la Organización de las Naciones Unidas empezó a recoger datos globales, tenía una esperanza de vida de 52.5 años. Hoy, la media es de 72 años.
La longevidad ha aumentado considerablemente en la edad moderna debido a logros en medicina, sanidad y salud pública. Por ejemplo, la esperanza de vida mundial pasó de unos 32 años en 1900 a 71 años en 2021, mientras que en México la cifra casi se duplicó, de 34 años en 1930 a casi 75 en 2014.
Los milagros de la medicina moderna y las iniciativas de salud pública ayudan a vivir mucho más que antes. Tanto, de hecho, que cada vez hay menos innovaciones para extender la vida. Un estudio reciente analizó datos de esperanza de vida recopilados entre 1990 y 2019. Los datos eran de lugares con poblaciones que se caracterizan por vivir más tiempo: Australia, Francia, Italia, Japón, Corea del Sur, España, Suecia, Suiza y Hong Kong. Inclusive Estados Unidos, aunque ahí la esperanza de vida ha disminuido.
Luego de realizar los análisis, los investigadores descubrieron que, si bien la esperanza de vida al nacer había crecido durante esas tres décadas en las poblaciones evaluadas, el ritmo de crecimiento se pausó. La esperanza de vida en las poblaciones longevas apenas subió seis años y medio desde 1990.
Se trata de un ritmo de crecimiento mucho más reducido del que esperaban algunos científicos, quienes indicaban que por los avances indiscutibles de la medicina moderna la mayoría de las personas podrían vivir fácilmente más de 100 años.
Vivir para siempre
En ese sentido, hace unas semanas, en la conmemoración del fin de la Segunda Guerra Mundial, que se celebró con un desfile militar, se oyó decir, por un descuido de audio, con el micrófono abierto, a Xi Jinping, el dirigente chino, que pronto se podría vivir hasta los 150 años. Su interlocutor, el presidente ruso, Vladimir Putin, hablando a través de un traductor, le dijo que los trasplantes de órganos podrían permitir a los seres humanos alcanzar la “inmortalidad”. Los avances médicos y la geopolítica están en la charola de pendientes de ambos líderes septuagenarios, que de manera indirecta han sugerido que “su tiempo en el cargo está lejos de terminar”.
La longevidad se ha vuelto un tema popular porque la gente busca no sólo vivir más, sino también mejorar la calidad de vida a lo largo de los años, enfocándose en la longevidad saludable mediante hábitos como la actividad física, una buena nutrición y el cuidado de la salud mental y física. Además, se están investigando los mecanismos del envejecimiento para poder retrasarlo o revertirlo, y se financian proyectos multimillonarios en esta área.
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Por otro lado, la población mayor de 65 años crece rápidamente, lo que hace necesario enfocarse en la calidad de vida y la salud de estos años, y hay cada vez más conciencia y discusiones públicas sobre cómo podemos vivir más años con bienestar y sobre la importancia de los hábitos saludables desde una edad temprana para transformar el futuro y cosechar beneficios.
En un documental de DW: "¿Vivir eternamente? Los secretos de la longevidad", (www.youtube.com/watch?v=KubwNE8kmbg) se explora por qué algunas personas viven más de cien años, especialmente en regiones como la costa oriental de Cerdeña, en Italia. El video se centra en la vida de personas longevas y revela varios hábitos que contribuyen a su extraordinaria salud y longevidad.
Asimismo, en otro documental de la DW: “¿Vivir 100 años o más?” (www.youtube.com/watch?v=wQcIzgsmoLI), se señala que Singapur lidera la revolución antienvejecimiento. En ese país, la industria de la longevidad muestra un notable auge, popularizado por figuras como el empresario estadounidense Bryan Johnson. Este sector no nada más atrae a numerosos emprendedores y consumidores, sino que también cuenta con el respaldo de un plan gubernamental diseñado para prolongar la esperanza de vida de la población, lo que refleja un compromiso estatal con el bienestar y la salud a largo plazo.
¿Qué implica la longevidad?
•Estilo de vida: La actividad física regular, una dieta balanceada (rica en frutas y verduras), y el suficiente descanso son pilares fundamentales.
•Salud mental y control del estrés: Mantener una mentalidad positiva y gestionar el estrés son cruciales para el bienestar general.
•Relaciones sociales: Cuidar y priorizar las relaciones con otras personas contribuye a una vida más larga y plena.
•Genética: Existe una influencia de la genética en la capacidad de vivir más tiempo y con buena salud.
•Entorno: El entorno físico y sociocultural también juega un papel importante en la longevidad.
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