Revista bilingüe mitt Zweisprachiges Magazin Fundada como Mitteilungsblatt en 1932

Diciembre 2020 / No. 701   Mitt

Karlheinz Stockhausen: Los márgenes de la música

“El sonido emitido por un ama de casa mientras cocina no es música, pero si yo lo grabo, eso ya es música.”

En una entrevista le preguntaron, “¿qué es la música?”, y el maestro Stockhausen respondió: “El sonido emitido por un ama de casa mientras cocina no es música, pero si yo lo grabo, eso ya es música.”

 

Reconocido como uno de los más destacados compositores de la música culta del siglo XX debido a sus piezas de música contemporánea y a sus innovaciones en música electroacústica, música aleatoria y composición serial, Karlheinz Stockhausen (nacido en Mödrath, Colonia, el 22 de agosto de 1928, y fallecido en Kürten-Kettenberg el 5 de diciembre de 2007) fue pionero en el campo de la improvisación electrónica, en las performances electrónicas en directo y también en lo que respecta a la música intuitiva.

 

Su vida, sin embargo, no fue nada fácil. Tenía once años cuando su madre, interna en un hospital psiquiátrico, fue ejecutada, víctima de la política nazi de “eutanasia para los individuos no productivos” –muchos años después, Stockhausen representó esa ejecución en la escena 2 del acto 1 (“Mondeva”) de la ópera Donnerstag aus Licht–. Karlheinz fue inscrito entonces en un internado de Xanten, donde continuó aprendiendo piano, oboe y violín, al tiempo que laboraba en una granja. En el otoño de 1944, fue enlistado como camillero para trasladar heridos en Bedburg. Su padre, profesor de escuela, había ingresado voluntariamente en el ejército. Para su fortuna, pudo reunirse con él en febrero de 1945, en Altenberg, antes de que fuera enviado a luchar al frente oriental, donde falleció poco después.

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En esa época, según sus propias palabras, adquirió el gusto por la música de jazz, que interpretaba para “superar psíquica, mental y espiritualmente los horrores de la Segunda Guerra Mundial”.

 

En 1947, el empeñoso joven obtuvo una plaza para estudiar en el Conservatorio de Colonia, donde, además de ampliar su dominio del piano, estudió musicología, filología y filosofía. Tres años después se especializó en composición, bajo la dirección de Frank Martin, un compositor suizo. En 1951 se tituló en Darmstadt, donde coincidieron tanto el serialismo como las corrientes vanguardistas de la época. Ahí abrevó de la música de Anton Webern y pudo conocer a la vanguardia musical: Paul Hindemith, Edgar Varèse, Olivier Messiaen, y también a Arnold Schönberg y Ernst Krenek; además, entró en contacto con la teoría estética de Theodor W. Adorno.

 

En Darmstadt asistió también a ciclos de conciertos de Bruno Maderna, Gyorgy Ligeti y Luigi Nono que cambiarían para siempre su concepción de la música. De hecho, en enero de 1952, la obra de Messiaen lo impulsó a trasladarse a París para matricularse en la clase de análisis y estética que ahí impartía este músico. También coincidió con Pierre Boulez, uno de los compositores más influyentes, con quién mantuvo correspondencia desde entonces.

 

En esos años, Stockhausen se casó con Doris Andreä, una compañera de estudios, con quien tuvo cuatro hijos: Suja (1953), Christel (1956), Markus (1957) y Majella (1961). De vuelta en Alemania, inició una rica colaboración con el Estudio de Investigaciones Musicales de la Radio Oeste de Colonia, y comenzó a divulgar sus teorías en Darmstadt. En 1954 presentó Study I y Study II, los primeros ejemplos de música electrónica pura. Para Study II creó la primera partitura electrónica publicada escrita con una notación gráfica que él mismo inventó.

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Poco después se volvió célebre con obras como Zyklus (1959), Plus/Minus (1963), Prozession (1967) y Kurzwellen (1968). En esa década desarrolló la fusión entre electrónica y acústica, y le ofrecieron impartir cursos de composición en Pensilvania (1965) y California (1966). En 1967 se casó con Mary Bauermeister, con quien tuvo dos hijos más, Julika (1966) y Simon (1967), e inició una serie de estrenos de obras basadas en la voz humana tratada electrónicamente, como Stimmung. En la Exposición Mundial de Osaka, en 1970, se interpretó la obra del compositor en un evento que duró 183 días, con conciertos diarios de cinco horas.

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En esa época Stockhausen alcanzó un elevado punto creativo, y además se sentía profeta, inventor, científico, filósofo y guía espiritual. En 1977 compuso la monumental Sirius, y en los años 80 la polémica Licht; aparte de El sueño de Lucifer, El canto de Katinka, La danza de Lucifer, Michael’s Journey y Xi. En los años noventas afirmó que el popular grupo de tecno-pop Kraftwerk era, de algún modo, alumno suyo.

 

En 2001 Stockhausen captó la atención de la prensa con un comentario que cayó como balde de agua fría e hirió muchas susceptibilidades a raíz del atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York: “Lo que hemos visto, y hemos de cambiar por completo nuestra manera de ver, es la mayor obra de arte jamás realizada. El hecho de que unos seres se preparen con frenesí durante años para un solo acto y lo ejecuten una vez y mueran en la ejecución hace que sea la mayor obra de arte jamás realizada. Yo no podría hacer algo similar. Los compositores no podemos hacer nada comparable.”

 

A pesar de sus opiniones, muchos músicos de diferentes vertientes consideran a Stockhausen como una influencia: en la esfera del jazz, Miles Davis, Cecil Taylor, Charles Mingus, Herbie Hancock, Yusef Lateef y Anthony Braxton; en la música pop y rock, Frank Zappa, Rick Wright y Roger Waters, de Pink Floyd; y las bandas psicodélicas de San Francisco Jefferson Airplane y Grateful Dead lo citan como fuente de inspiración. Los experimentadores del sonido de guitarra de New York Sonic Youth también reconocen la influencia de Stockhausen, igual que Björk y el grupo británico de música industrial Coil, lo mismo que Chris Cutler, del grupo experimental británico Henry Cow.

 

Stockhausen, junto con John Cage, es uno de los pocos compositores de vanguardia que han conseguido llegar a la conciencia popular; aunque se comenta que mucha gente conoce más su nombre que su música. Paul McCartney lo incluyó entre los personajes que aparecen en la portada del álbum de los Beatles “Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band”, lo que refleja su influencia en las propuestas innovadoras de esa famosísima banda.

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