Revista bilingüe mitt Zweisprachiges Magazin Fundada como Mitteilungsblatt en 1932

Abril 2021 / No. 705   Mitt

Los espejos de Friedrich Wilhelm Herschel

El músico que descubrió un nuevo planeta

Músico de día y astrónomo de noche, Friedrich Wilhelm Herschel le dio un empujón a la astronomía al desarrollar los instrumentos de observación y dar con el planeta Urano.

Urano es el tercer planeta del sistema solar en tamaño y el séptimo en distancia al Sol, siendo más de 14 veces mayor que la Tierra. La distancia entre este planeta y nosotros es de unos tres mil millones de kilómetros. Urano fue el primer planeta en ser descubierto con ayuda de un telescopio, en 1781; el acontecimiento fue una verdadera revolución, si tenemos en cuenta que desde la Antigüedad únicamente se conocían cinco planetas, o seis, si incluimos a la Tierra.

 

Su descubridor fue Friedrich Wilhelm Herschel (1738-1822), alemán, nacido en Hamburgo, en el seno de una familia de intérpretes de oboe. Su padre, Isaak Herschel, fue músico militar, y lo estimuló a estudiar música, gracias a lo cual se convirtió en un competente intérprete de oboe, uniéndose a su padre y a su hermano Jacob en la banda del Regimiento de Guardias. La obra de Herschel como músico a lo largo de su vida es vasta, contiene piezas para violín, órgano y oboe, incluidas varias sinfonías para pequeña y para gran orquesta.

 

Durante la Guerra de los Siete Años, en 1757 Wilhelm participó en la batalla de Hastenbeck, entre Francia y Brunswick-Luneburgo, pero quedó impactado por las más de cinco mil muertes que le tocó presenciar. La experiencia lo afectó tanto, que decidió emigrar y afincarse con su hermano en Inglaterra.  Así, antes de cumplir 20 años se trasladó a las Islas Británicas para evitar el servicio militar. Después de un tiempo, Jacob decidió regresar a los países alemanes, pero Friedrich Wilhelm (a quien los ingleses llamaban William, como sería conocido en adelante) prefirió quedarse en el Reino Unido para perfeccionar sus estudios musicales; ahí trabajó como profesor, compositor e intérprete. Fue organista en Halifax y tiempo después director de orquesta en Bath. La música le hizo interesarse en un principio por la acústica; luego lo atrajeron las matemáticas y, finalmente, la óptica.

 

Una hermana como caída del cielo

En 1772 lo alcanzó en Bath su hermana, Caroline Herschel (1750-1848), quien se quedó a vivir con él. Esto coincidió, casualmente, con el episodio que cambió la vida de Wilhelm: el 10 de mayo de 1773 adquirió el libro Astronomía, del astrónomo estadounidense James Ferguson. Luego de estudiarlo, su voracidad por el saber astronómico no tuvo freno y fue flechado para siempre por la ciencia de los cielos: fue un amor a primera vista. 

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Herschel tuvo en su hermana a una colaboradora de excepción. Caroline era meticulosa y muy aplicada; se dedicó a clasificar y analizar datos a lo largo de muchas décadas, así como a realizar cálculos y anotar las observaciones que realizaba su hermano. Cabe destacar que a la edad de 10 años Caroline había enfermado de tifus, enfermedad que detuvo su crecimiento. Sus padres se dieron cuenta de que nunca contraería matrimonio, y creyeron que viviría como una solterona. Pero a los 22 años ella abandonó el hogar paterno para convertirse en ama de casa de su hermano, quien le dio clases de canto y la entrenó en matemáticas. Caroline se convirtió en una soprano conocida, y cantaba profesionalmente.

 

Un genio de la óptica

Mientras tanto, con sed de conocimientos y dotado de una notable habilidad manual, Wilhelm comenzó a calcular, diseñar y construir sus propios telescopios. Su pasatiempo se convirtió en obsesión, y los telescopios que armó fueron cada vez más y más potentes, con lo que fue capaz de mirar más profundamente en el espacio.

 

Herschel se especializó en calcular y pulir espejos, los más perfectos y poderosos de su época, pues comprendió muy pronto que los telescopios reflectores, y no los refractores, tendrían un mejor desarrollo en el futuro. Su reputación como constructor de telescopios creció tanto, que fue dejando su trabajo como músico para dedicarse cada vez más a la astronomía. En eso también involucró a su hermana, quien compartía su pasión astronómica.

 

Al principio Caroline colaboró con él tan solo como aprendiz, pero luego comenzó a desempeñarse cada vez más por sí misma. Con los años, se ha revelado que Caroline, más que ser una simple ayudante abnegada, llevó a cabo sus propias búsquedas astronómicas, y ayudó a su hermano a desarrollar la matemática moderna de los cálculos de astronomía.

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En 1783, Caroline Herschel descubrió tres nuevas nebulosas (nubes donde se forman las estrellas), y entre 1786 y 1797 ocho cometas. En los años siguientes, catalogó cada descubrimiento que ambos habían hecho. Dos de los catálogos astronómicos que ella publicó están aún en uso el día de hoy. En 1798 Caroline fue condecorada “por su contribución a la ciencia” por la Royal Astronomical Society con la medalla de oro y fue nombrada miembro honorario; y en su cumpleaños 96, fue premiada con la Medalla de Oro de Ciencia del Rey de Prusia “por los logros alcanzados durante su vida”.

 

El bautizo de un planeta

Por su parte, dedicado a construir algunos instrumentos y a observar los cielos, Wilhelm centró sus primeras indagaciones en las manchas solares, en la inclinación del eje de Marte y en la altura de las montañas de la Luna. Además, en febrero de 1774 pudo observar la nebulosa de Orión, que había sido descubierta en 1610.

 

Años después, en marzo de 1781, al probar el telescopio reflector de 152 mm que recién había construido, Herschel detectó un objeto no registrado, el cual parecía una estrella o un cometa, un cuerpo que no se suponía que estuviese ahí. El objeto tenía un disco planetario, de allí la confusión con un cometa; pero además brillaba con un color amarillo y se desplazaba lentamente, un movimiento que es más propio de un planeta que de una estrella. Observándolo noche tras noche, llegó a la conclusión de que había dado con el séptimo planeta, situado al doble de distancia que Saturno con respecto al Sol. Sin embargo actuó con cautela, y pidió a otros astrónomos que confirmaran su hallazgo.

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De forma inmediata, los astrónomos reconocieron y elogiaron el descubrimiento de aquel entusiasta aficionado, y decidieron bautizar al astro como planeta Herschel. Pero Herschel declinó el honor, y lo nombró Georgium Sidus, o Planeta Jorge, con lo que buscaba ganarse el favor del rey Jorge III –el mismo monarca que perdió parte de las posesiones británicas en América con la Independencia estadounidense.


Por suerte, el astrónomo alemán Johann Elert Bode objetó tal denominación, argumentando que Herschel debía continuar con la tradición mitológica, y que si los nombres de los planetas contiguos eran Marte, Júpiter y Saturno, el recién descubierto debía llamarse Urano, debido a las generaciones de dioses y titanes. Para 1827, el nombre de Urano era ya el que más se usaba en Inglaterra, aunque hasta 1850 el Almanaque Náutico británico siguió llamándolo Jorge en sus efemérides astronómicas; eventualmente, el astrónomo John Couch Adams persuadió a los editores del almanaque de que lo cambiaran por el nombre actual.

 

Nueve meses después del descubrimiento, Herschel entró a formar parte de la Royal Society y fue nombrado astrónomo real, con un salario anual de trescientas guineas, honorarios que le permitieron abandonar definitivamente su trabajo de músico y dedicarse de lleno a la astronomía. Su interés por Urano continuó, y en 1787 descubrió los dos satélites de mayor tamaño de Urano: Titania y Oberón, y dos años después incorporó a la lista dos satélites más: Mimas y Encélado.

 

En 1788, Herschel contrajo matrimonio con Mary Baldwin Pitt, viuda del rico comerciante londinense John Pitt, fallecido un par de años antes. En 1792, en Slough, Inglaterra, ella dio a luz al único hijo del astrónomo: John Herschel, quien con el tiempo seguiría los pasos de su padre, perfeccionando, corrigiendo y profundizando sus observaciones.

 

William Herschel falleció el 25 de agosto de 1822, a la avanzada edad de 84 años. Como dato curioso, cabe destacar que Urano tarda 84 años en completar su órbita, por lo que Herschel nació y murió estando Urano en la misma posición.

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